Mientras que en Occidente tenemos prácticamente claro que tiene que haber una separación entre el Estado y la religión, en el resto del mundo, que es la mayoría, pues no lo tienen tan claro, imagínate si explicamos que tendría que haber además una división entre la economía y el Estado.
Que la economía y el Estado estuvieran separados no es nada nuevo en Occidente. Sería lo más óptimo, y es muy curioso como la propaganda de los últimos 100 años, qué ha pasado en generación tras generación tras generación ha provocado el olvido de lo que habían aprendido sus padres. La gente cree que es normal que el gobierno maneje la economía, normal que hayan bancos centrales, la gente se cree que es normal que hayan pensiones y estado de bienestar.
Los conflictos políticos son siempre por el control de la economía. Votan a este político o a este otro político porque es más o menos colectivista según la economía, y esperan que el gobierno les vaya a solucionar el empleo, el gobierno les vaya a solucionar que vengan inversiones, el gobierno les venga a solucionar cualquier cosa. Cómo caen sus caquitas por el váter, es alucinante esta realidad tergiversada.
Prácticamente desde el inicio de la invención del dinero al revés, el Estado no controlaba la economía, o si la controlaba algo era una parte tan pequeña que no podía hacer tantos desastres como ahora. Los desastres más graves en la Humanidad han comenzado a llegar cuando los colectivistas crearon los Estados y, con ellos, comenzaron a tomar las riendas de la economía.
Es muy curioso de dónde salió el dinero. Es una invención creado en un pueblecito llamado Lidia, que estría ahora mismo, hace siglos que no existe, pero que se situaría en lo que ahora mismo es Turquía. Y el primer dinero era una mezcla, una aleación, entre oro y plata.
El dinero, la plata y sobre todo el oro, tiene unas características concretas que han sido perfeccionadas a través de los siglos. Tiene que tener un valor invariable, tiene que tener una facilidad de manejo y es, sobre todo, divisible y multiplicable, que se pueda partir en unidades más pequeñas y más grandes. Y, sobre todo, que perdure a través del tiempo y que sea también fácilmente transportable.
Si ahora se anunciara que se ha descubierto un galeón lleno de billetes debajo del mar con papelitos desechos por la salinidad del mar, ¿qyién iría a rescatarlo? Nadie. Pero si se anuncia que se ha encontrado un galeón, siempre español por supuesto, lleno de oro, plata y piedras preciosas, bueno, que los cazatesoros se matarían entre ellos para ver quién es el el primero en quedarse con el botín.
De verdad, el auténtico dinero es el oro, no son los euros ni los dólares. El dinero de verdad se mide en peso, por eso los antiguos comerciantes tenían siempre balanzas; no sólo eran para pesar el pan sino para que no les engañaran con la cantidad de oro o plata.
Y la primera moneda mundial más efectiva jamás creada fue el Real de a Ocho de plata del Imperio Español. Una moneda de plata en la que la gente confiaba plenamente porque tenía el peso y la aleación según unas normas establecidas y permanentes. Lo aceptaban en todo el mundo, e incluso el dólar estadounidense actual está basado en el Real de a Ocho de plata, y ese simbolito que parece una S ($) era el simbolito del Real de a Ocho, no es el simbolito del dólar ni es el simbolito del peso argentino.
El Real de a Ocho del Imperio Español era acuñada privadamente con la plata de las minas de Potosí, que hoy es Bolivia y antes era el Alto Perú, y las transacciones siempre eran privadas.
Otro ejemplo, aquí al lado en la ciudad de Barcelona, en el Museo de la Ciudad se pueden encontrar reproducciones de moneda de oro del siglo XIV acuñadas por los orfebres ricos de Barcelona. Cuando los reyes aragoneses querían hacer un emprendimiento, como ir a conquistar las Baleares, Valencia o Nápoles, tenían que reunir a los ricos de Aragón, que acuñaban sus propias monedas y pedirles préstamos.
La economía tiene que ser asunto privado en donde quien quiere enriquecerse, se enriquece. Y quien no quiere enriquecerse, no se enriquece. No como ahora donde el Estado colectivista hace lo posible para empobrecerte. Sólo se necesita que el Estado no ponga obstáculos, porque el Estado, si tiene que existir, es para facilitarte la vida no para ponerte obstáculos.
El control de la economía permite que haya gente malvada con ideas colectivistas que se dedican a saquearlo todo. Es un problema grave que tenemos en el Reino de España, y se está agravando cada día.
El caso es que esta sociedad avanzada ha separado la religión del Estado, y el siguiente paso es volver al sentido común y separar la economía del Estado. Y que cada cual, cada familia, cada individuo maneje su economía como le dé la gana.
No se necesitan ayudas sociales, no se necesita el bienestar social, no se necesita nada que tenga las palabras solidaridad ni social. Esas palabrejas son neolengua de 1984.
Piénsalo bien, busca más información, lee a Von Mises, Von Hayek, descubre a los economistas de la Escuela de Salamanca. Separa tu mente un poco de la narrativa oficial. ¿Quién construirá las carreteras? Pues se hace crowdfunding, que significa que un grupo de gente se financia, buscan financiación y crean la carretera de su pueblo que se une con la carretera del otro pueblo que se une con la carretera de otro pueblo. Incluso se ponen peajes o se ponen tiendecitas, gasolineras alrededor de de las carreteras para vender servicios de los cuales se extrae el dinero para mantenerlas.
No se necesitarían pensiones, y cada padre enseña a sus hijos a que desde jóvenes tienen que apartar una parte del dinero para invertir y crear un flujo de efectivo, para que cuando sea mayor tenga sus necesidades económicas solucionadas.
Además de que esté la familia para ayudarse unos con otros, ese flujo de efectivo hace que la familia salga adelante, hace que sus miembros vayan adelante, que los individuos sean viejitos pero tengan un ingreso para que no necesiten depender del Estado, convertido en un sistema clientelista que exprime a la gente hasta dejarla extenua.
Vamos, que si decían en la Iglesia Dios aprieta pero no ahoga, el Estado te aprieta, te ahoga, te mata y te da patadas para comprobar si ya estás muerto.
Es importante comenzar a plantearse que la economía tiene que estar separada del Estado. Porque así ha sido durante centenares de años, durante siglos. Y hemos llegado hasta aquí. Si hemos avanzado tecnológicamente, ha sido gracias a los individuos y a su inteligencia, a pesar de los obstáculos dados que intentan controlarlo todo.
En la economía no se puede controlar los precios, no se pueden controlar los alquileres, no se pueden controlar el precio de la vivienda. La vivienda no es un derecho, la vivienda es un una utilidad que quien puede comprarla vive en una vivienda, y quien no puede comprarla, pues no. Como ha sido así siempre.
Ahora mismo estamos en una especie de oasis temporal muy extraño que no sabemos cuánto va a durar. Y aunque nos hagan creer lo contrario, las cosas no han sido siempre así. La separación de la economía y el Estado es primordial para el auténtico progreso civilizatorio.
Publicado primero en 'Caos y desorden' https://jmgoig.substack.com/p/hay-que-separar-la-economia-del-estado
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dime, ¿qué opinas sobre este post?