martes, 30 de diciembre de 2014

¿Qué capitalismo, imbécil?

Cuando participaba en las manifestaciones del llamado 15M, siempre escuchaba a un grupo de gente comenzar a gritar "anti anti anti-capitalista"  y yo intentaba que se me escuchara gritar "pro pro pro-capitalista"  para hacerles un poco la puñeta.

Porque esta gente que gritaba "anti-capitalista" o eran una pandilla de ignorantes o unos subhumanos manipulados. Seguramente las dos cosas, porque a la masa es muy fácil manipularla, tanto como a un niño con un caramelo. Ya se sabe: "El pueblo unido siempre será vencido."

Ahora, si te vanaglorias de ser de "izquierdas"  y "del pueblo" es cuando vas a echarte encima de mí para insultarme en los comentarios, como un lobo hambriento, sin seguir leyendo más, jejeje. Espera a que te insulte yo antes: me gusta provocarte, imbécil.

Porque una buena provocación es lo que necesitan las mentes cerradas que son incapaces de distinguir entre la propaganda y la realidad. Ya lo decía Marx, Groucho Marx: "¿qué va usted a creer, a sus ojos o a lo que yo le diga?". La mayoría prefieren seguir con la cómoda mentira conocida que esforzarse para alcanzar la verdad por conocer. Y así vamos, a que la gente siga en masa a un señor con coleta financiado para que sea el nuevo Flautista de Hammelin de la disidencia controlada.

El caso es que este pasado 20 de noviembre hubo un discreto debate en la sala de los Comunes del Parlamento de Londres. Un debate que no se había producido desde hace ciento y pico años, pues ya sabemos que los verdaderos temas importantes para la sociedad apenas se tocan, no vaya a caerse el tinglado si la masa obediente los descubre. Y el tema de ese debate fue sobre la creación del dinero. No voy a ponerte un enlace para que te esfuerces un poquito y lo encuentres en Youtube.

Este debate fue propuesto por un parlamentario conservador que incluso citó la frase celebérrima de Henry Ford sobre que si la población supiera cómo funciona realmente la economía habría una revolución mañana por la mañana. Y se refiere a una revolución de verdad, no a estas pantomimas de manifestaciones en las que sus participantes sólo quieren que sus señores feudales les escuchen.

Pues bien, este parlamentario conservador atestiguó que el 95% del dinero circulante sólo es deuda creada de la nada por el sistema bancario, y citó al propio Banco de Inglaterra que lo admitió en un informe el pasado marzo de 2014, que también puedes encontrarlo en Youtube. ¿Y a qué coclusión llegó este parlamentario que cualquier persona con dos dedos de frente también llegaría? Pues que un sistema capitalista es aquél que el dinero procede de la creación de bienes y servicios, de una economía real en la que la riqueza es real, pero que como en el sistema actual el dinero es creado de la nada como deuda se deduce que éste sistema actual no es un sistema capitalista.

¿Lo entiendes ahora, imbécil? Te lo repito para que repercuta en tu mente nublada por la propaganda: no estamos en un sistema capitalista. Así que cada vez que te desgallitas gritando contra el capitalismo en una manifestación para gastar tu adrenalina sólo estás meando fuera de tiesto.

Pero es que hay más, mucho más.

En el debate los parlamentarios, conservadores y laboristas por igual, coincidieron en que ya era hora de arrebatar el monopolio de la creación del dinero a los bancos centrales privados - sí, son privados - y que la soberanía del dinero volviera al estado. ¿Entendemos esto también? Puesto que los países no crean el dinero, no son soberanos. A la mierda con las supuestas "democracias" actuales. Son todas una gran farsa.

Y, además, llegamos a otras deducciones sorprendentes para los lelos que se creen todo lo que les dicen por televisión. Como por ejemplo...

Los impuestos. En una sociedad capitalista con un estado y ciudadanos soberanos para crear el dinero necesario para que la economía y la sociedad funcione correctamente los impuestos no son necesarios. ¿Cuándo son necesarios los impuestos? Cuando hay un clan feudal parásito que basa sus privilegios en explotar y robar a la población mediante la extorsión de lis impuestos. Exactamente, imbécil, éste es justo el tipo de sociedad en el que estamos viviendo y que es evidente cuando rascamos a través de las capas de mentiras que nos han contado desde nuestra más tierna infancia.

Y así, también deducimos que si se aplican impuestos a "nuestras propiedades" entonces es claro y evidente que no son "nuestras propiedades". Porque si fueran realmente de nuestra propiedad no pagaríamos impuestos sobre ellas. En una auténtica sociedad cspitalista la propiedad privada es sagrada y a nadie se le ocurriría pagar más por ella que el precio de compra. Es decir, la compras y punto. Por lo que en este momento no existe la propiedad privada para nosotros, la sucia masa de la clase baja obediente.

Y así podemos ir desmontando uno a uno todos los mitos por los que la población "lucha por una sociedad justa".

¿Te has dado cuenta, además, de que el sistema de pensiones es un mero esquema ponzi fraudulento destinado a colapsar como cualquier otro esquema ponzi que se precie? Cuando habían más bobos pagando que cobrando la cosa daba el pego, pero ahora que se está invirtiendo la pirámide de la población el engaño ya no se puede ocultar: la Seguridad Social fue la zanahoria que se les puso delante de sus ojos a los inocentes de nuestros padres y abuelos para que reconstruyeran el mundo de postguerra. Lo hicieron. Ahora ya ha cumplido su misión y nos ha dejado a todos con el culo al aire.

Llegados a este punto, imbécil, quiero decirte que te llamo "imbécil" con cariño porque yo también me sentí como un imbécil cuando comencé a descubrir todo este entramado. Tuve que replantearme todo lo que creía saber y daba por cierto. Sé que es duro despertar a la cruda realidad, y por ello me arriesgo a que se me llame de todo, pero para mí es más importante que comiences a darte cuenta que mi ego sea maltratado por desconocidos.

Y así, para concluir este escrito, te encomiendo a que muevas tu propio culo y comiences también a rascar entre las capas de mentiras con las que nos bombardean constantemente. No me creas, busca si lo que digo es cierto y, entonces, comparte lo que descubras con otros para que definitivamente dejen de hacer también el imbécil. Porque todos nosotros somos realmente personas inteligentes y ya es hora de demostrarlo.

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