Hace eones que superé mis expectativas. Y cuando cumples tus objetivos, te quedas como vacío. ¿Y ahora qué toca? Quizás lo mejor es estar siempre en potencia y nunca llegar a puerto.
Porque la diversión está en el camino. Es la lucha contra las dificultades que te hace sentir más vivo. Es en el inconformismo donde te llegan las mejores ideas, donde estás en la cúspide de lo que eres.
Hice todo lo que soñé hacer, que no era gran cosa, pero cuando estás al inicio parece un Everest inalcanzable. Al apuntar a las estrellas, alcancé la Luna y eso fue superar la atmósfera.
Y ahora, ¿qué? ¿Tengo que compartir mi experiencia para los que todavía están al principio de su camino? (Hola, estimado shaolín.)
Mirando ahora hacia atrás, por supuesto, me parece que ha sido un viaje increíble. He hecho cosas que nunca creí poder hacerlas, he vivido situaciones que sólo se describen en los mitos. Y, ahora, ahí quedan en el pasado. Para no volver y permanecer en el olvido olvidado.
Además, el calendario oficial está alcanzando un nuevo hito anual y, supongo, que es el ambiente de final e inicio que me ha impulsado a escribir esto. Porque sí, lo estoy escribiendo. En estos tiempos parece que hay que confirmar que este texto lo escribe un humano para que no parezca una traición al Olimpo de los creadores puros.
En estas dos décadas expresándome libremente en la red, las cosas han cambiado enormemente. Al principio era cuestión de teclado, CPU y pantalla CRT. Ahora es de teclado virtual en un móvil con pantallita táctil mil veces más potente que mi primer ordenador. Luego, seguramente, será cuestión de conectar el pensamiento con el aparato del momento.
La cuestión es que el fondo sigue siendo el mismo: dejar constancia de la propia existencia. Creyendo que servirá para algo, aunque con la certeza de que la vida es como es y sólo son bits digitales. Porque la única manera de traspasar generaciones es con tablillas de barro al estilo de los sumerios.
En todo caso, no voy a quejarme porque todo sea demasiado fácil. Me parece genial hasta donde ha llegado la tecnología y me seguiré asombrando de sus nuevos avances, habiendo vivido ese tiempo pretérito en que no sabía ni que existía DARPA. Recuerdo cuando mi escuela no tenía ni un sólo terminal y en la película War Games alteraban las notas desde casa a través de un módem. ¿Eso se podía hacer? ¡Guau!
Y ahora, todo eso ha quedado superado. De lejos. De tan lejos que incluso ya parece un rumor. Para los jóvenes es la típica batallita del abuelico. Sin embargo, hay que contarla, e insistir y repetirla, para poder tener un baremo con el que medir lo actual.
Los obstáculos han quedado atrás, y lo único que se puede hacer es confirmar que los típicos y los tópicos son ciertos. Que aunque no se llegue exactamente al destino deseado, se llega a un destino inesperado que incluso puede ser mejor. Porque los parámetros de medición varían al cambiar las circunstancias. Pese a que uno se arrepiente de lo que no hace, no cambiaría nada de lo que he hecho.
Nada de nada. Porque un solo cambio no me hubiera permitido llegar hasta estas letras que finalizan este escrito.
Publicado primero en 'Caos y desorden' https://jmgoig.substack.com/p/tras-todos-estos-anos

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